The word(s) "nos" appears 1356 time(s) in 1104 verse(s) in Quran in Spanish (Julio Cortes) translation.

(181) ¿Por qué los maestros y los doctores no les prohíben sus expresiones pecaminosas y que devoren el soborno? ¡Qué mal está lo que hacen!

(182) Los judíos dicen: «La mano de Alá está cerrada». ¡Que sus propias manos estén cerradas y sean malditos por lo que dicen! Al contrario, Sus manos están abiertas y Él distribuye Sus dones como quiere. Pero la Revelación que tú has recibido de tu Señor acrecentará en muchos de ellos su rebelión e incredulidad. Hemos suscitado entre ellos hostilidad y odio hasta el día de la Resurrección. Siempre que encienden el fuego de la guerra, Alá se lo apaga. Se dan a corromper en la tierra y Alá no ama a los corruptores.

(183) Los creyentes, los judíos, los sabeos y los cristianos -quienes creen en Alá y en el último Día y obran bien- no tienen que temer y no estarán tristes.

(184) El Ungido, hijo de María, no es sino un enviado, antes del cual han pasado otros enviados, y su madre, veraz. Ambos tomaban alimentos. ¡ Mira cómo les explicamos los signos! ¡Y mira cómo son desviados!

(185) Verás que los más hostiles a los creyentes son los judíos y los asociadores, y que los más amigos de los creyentes son los que dicen: «Somos cristianos». Es que hay entre ellos sacerdotes y monjes y no son altivos.

(186) Cuando oyen lo que se ha revelado al Enviado, ves que sus ojos se inundan de lágrimas de reconocimiento de la Verdad. Dicen: «¡Señor! ¡Creemos! ¡Apúntanos, pues. como testigos!

(187) ¿Cómo no vamos a creer en Alá y en la Verdad venida a nosotros si anhelamos que nuestro Señor nos introduzca con los justos?»

(188) Pero quienes no crean y desmientan Nuestros signos morarán en el fuego de la gehena.

(189) ¡Creyentes! Alá ha de probaros con alguna caza obtenida con vuestras manos o con vuestras lanzas, para saber quién Le teme en secreto. Quien, después de esto, viole la ley, tendrá un castigo doloroso.

(190) Y cuando se les dice: «Venid a la Revelación de Alá y al Enviado», dicen: «nos basta aquello en que encontramos a nuestros padres». ¡Cómo! ¿Y si sus padres no sabían nada, ni estaban bien dirigidos?