The word(s) "su" appears 2628 time(s) in 1921 verse(s) in Quran in Spanish (Julio Cortes) translation.

(391) Cuando sus miradas se vuelvan hacia los moradores del Fuego, dirán: «¡Señor! ¡No nos pongas con el pueblo impío»

(392) Y los moradores de los lugares elevados llamarán a hombres que reconozcan por sus rasgos distintivos. Dirán: «Lo que habéis acumulado y vuestra altivez no os han servido de nada.

(393) que tomaron su religión a distracción y juego, a quienes la vida de acá engañó». Hoy les olvidaremos, como ellos olvidaron que les llegaría este día y negaron Nuestros signos.

(394) ¿Esperan otra cosa que su cumplimiento? El día que se cumpla, los que antes la olvidaron dirán: «Los enviados de nuestro Señor bien que trajeron la Verdad ¿Tenemos ahora intercesores que intercedan por nosotros o se nos podría devolver y obraríamos de modo diferente al que obramos?» Se han perdido a sí mismos y se han esfumado sus invenciones.

(395) Vuestro Señor es Alá, Que ha creado los cielos y la tierra en seis días. Luego, se ha instalado en el Trono. Cubre el día con la noche, que le sigue rápidamente. Y el sol, la luna y las estrellas, sujetos por su orden. ¿No son suyas la creación y la orden? ¡Bendito sea Alá, Señor del universo!

(396) Es Él quien envía los vientos como nuncios que preceden a su misericordia. Cuando están cargados de nubes pesadas, las empujamos a un país muerto y hacemos que llueva en él y que salgan, gracias al agua, frutos de todas clases. Así haremos salir a los muertos. Quizás así, os dejéis amonestar.

(397) La vegetación de un país bueno sale con la ayuda de su Señor, mientras que de un país malo sale pero escasa. Así explicamos los signos a gente que agradece.

(398) Enviamos Noé a su pueblo. Dijo: «¡Pueblo! ¡Servid a Alá! No tenéis a ningún otro dios que a Él. Temo por vosotros el castigo de un día terrible».

(399) Los dignatarios de su pueblo dijeron: «Sí, vemos que estás evidentemente extraviado».

(400) Y a los aditas su hermano Hud. Dijo: «¡Pueblo! ¡Servid a Alá! No tenéis a ningún otro dios que a Él. ¿No vais a temerle?»