The word(s) "muerte" appears 53 time(s) in 52 verse(s) in Quran in Spanish (Julio Cortes) translation.

(11) Si morís de muerte natural o sois muertos, seréis, si, congregados hacia Alá.

(12) Son ellos quienes, mientras se quedaban en casa, decían de sus hermanos: «Si nos hubieran escuchado, no les habrían matado». Di: «¡Apartad, pues la muerte de vosotros, si es verdad lo que decís»

(13) Cada uno gustará la muerte, pero no recibiréis vuestra recompensa íntegra hasta el día dela Resurrección. Habrá triunfado quien sea preservado del Fuego e introducido en el Jardín. La vida de acá no es más que falaz disfrute.

(14) Que no espere perdón quien sigue obrando mal hasta que, en el artículo de la muerte, dice: «Ahora me arrepiento». Ni tampoco quienes mueren siendo infieles. A éstos les hemos preparado un castigo doloroso.

(15) Dondequiera que os encontréis, la muerte os alcanzará, aun si estáis en torres elevadas. Si les sucede un bien, dicen: «Esto viene de Alá». Pero, si es un mal, dicen: «Esto viene de ti». Di: «Todo viene de Alá». Pero ¿qué tienen éstos, que apenas comprenden lo que se les dice?

(16) Quien emigre por Alá, encontrará en la tierra mucho refugio y espacio. La recompensa de aquél a quien sorprenda la muerte, después de dejar su casa para emigrar a Alá y a Su enviado, incumbe a Alá. Alá es indulgente, misericordioso.

(17) y por haber dicho: «Hemos dado muerte al Ungido, Jesús, hijo de María, el enviado de Alá», siendo así que no le mataron ni le crucificaron, sino que les pareció así. Los que discrepan acerca de él, dudan. No tienen conocimiento de él, no siguen más que conjeturas. Pero, ciertamente no le mataron,

(18) Entre la gente de la Escritura no has nadie que no crea en Él antes de su muerte. Él día de la Resurrección servirá de testigo contra ellos.

(19) Concertamos un pacto con los Hijos de Israel y les mandamos enviados. Siempre T que un enviado venía a ellos con algo que no era de su gusto, le desmentían o le daban muerte.

(20) ¡Creyentes! Cuando, a punto de morir, hagáis testamento, llamad como testigos a dos personas justas de los vuestros o bien a dos de fuera si estáis de viaje y os sobreviene la muerte. Retenedlas después de la azalá. Si dudáis de ellas, que juren por Alá: «¡No nos venderemos, aunque se trate de un pariente, ni ocultaremos el testimonio de Alá! Si no, seríamos de los pecadores».